JHS, el hombre sin código

de William Riker


Año 7993. El mundo está dominado por una organización perfecta, en la que cada uno tiene su rol y es programado desde la concepción por técnicas de ingeniería genética. Las mujeres ya no paren; el semen masculino y los óvulos femeninos, retirados del cuerpo de donantes, son tratados genéticamente y luego se lleva a cabo un desarrollo en úteros artificiales. Cada ser viviente es identificado por una sigla, no por un nombre, y a su muerte su ADN es conservado en un computador llamado Guardián de la Memoria. La familia no existe más, y todos se crían, desarrollan y crecen a expensas del Estado, en cuya cabeza se encuentra el SAT, un robot que, construido para aliviar a los hombres de sus trabajo, terminó por tomar las riendas de todo y dominarlos. Su dictadura dura ya casi dos milenios.

Los seres humanos están divididos en dos categorías: los Farish, una minoría de ricos nobles que viven en ciudades espléndidas, con una media de vida de 300 años, tienen el monopolio de la cultura y colaboran con el SAT en el mantenimiento del status quo; y los Ylot, una mayoría de pobres que viven en los suburbios de las ciudades, en villas de emergencia, que están excluidos de la instrucción y el poder, viven una media de 50 años, son exterminados por periódicas pestes causadas por las radiaciones de las guerras antiguas que en el III y IV milenio desestabilizaron el sistema solar, y son generalmente discapacitados (entre ellos son frecuentes las deformidades, la ceguera, etc.) a causa de las radiaciones que impregnan el planeta; ellos continúan reproduciéndose por acoplamiento sexual, y los Farish los usan generalmente como conejos de Indias para sus experimentos, o como reserva de órganos a fin de reparar los daños que les causan a ellos mismos las radiaciones. Entre ellos se difundió una religión, de la que se burlan los Farish, según la cual el Alma del Mundo mandará un Mash, un Enviado, para rescatar a los Ylot y enseñarles el camino de la vida; pero, después de tantos siglos, la esperanza parece perdida.

Sin embargo en el pueblo-villa miseria de Bet-Lam nace un día un niño de MRYM, una mujer que no tiene marido y no conoció hombre alguno. Los Farish encargados del control de esa comunidad catalogan el caso como partenogénesis y vaticinan que el niño no sobrevivirá, teniendo la mitad del patrimonio genético, pero entre los Ylot se extiende la voz de que el niño es el Mash, que es el hijo del Alma del Mundo y que su nacimiento ha sido anunciado por la gran supernova del 7992. El SAT, habiendo tomado conocimiento del hecho, ordena arrestar la madre y el hijo pero, cuando llegan los guardias, encuentran que han desaparecido. El robot se venga haciendo desaparecer la villa y ordenando el asesinato de los recién nacidos.

En el mismo año y el mismo día, del útero artificial de la ciudad de Rhum, capital del Sistema Solar, nace otro niño al cual se le da el nombre de SAUL0008HS25. Éste ha sido genéticamente programado para formar parte de Alfa, la categoría más evolucionada de los Farish, los que tendrán en sus manos la llave del poder y formarán parte del Consejo de la Corona del SAT. SAUL0008HS25 crece en el desprecio a los Ylot y de su religión, y, una vez crecido, es nombrado Inspector de los Ylot en la región de Iudah, de la que forma parte Bet-Lam: es el primer grado del cursus honorum hacia un ministerio prestigioso.

Año 8027. Mientras SAUL0008HS25 es procurador de Iudah, imprevistamente aparece el misterioso JHS, Ylot del cual nadie conoce su pasado: tez oscura, estatura baja, cabellos de color cobre y un discurso que atrae a las masas. Comienza a predicar a los Ylot la mansedumbre, el amor hacia los enemigos, la necesidad de ayudar a quien es más pobre, más enfermo, más solo que nosotros. Perdona a los publicanos que aumentan los impuestos para beneficio de los Farish y devuelve dignidad a las muchachas obligadas a prostituirse para tener con qué vivir. Rápidamente multitudes de inválidos, ciegos, sordos, mutilados por causa de la lepra de la radiación lo rodean, y él comienza a obrar milagros sanando y convirtiendo a quien, desesperado, se ha dado al crimen. Logra convertir, entre otros, a ZCCHEO, el jefe de la más potente organización mafiosa que sometía a los Ylot sembrando el terror en Iudah.

Los hechos llegan a oídos de SAUL0008HS25, que decide indagar sobre este JHS. Disfrazándose de Ylot, se mezcla entre los seguidores del presunto Mash y escucha sus discursos, proclamados desde lo alto de una gran montaña de desechos de máquinas (“el discurso de la montaña”). Luego él multiplica cinco panes sintéticos para alimentar las miles de personas presentes. El Farish se le acerca, y él le dice, como si lo conociese: “Mañana iré a Salem a buscarte, así tendrás las respuestas que buscas”.

Salem es la capital del distrito de Iudah. Al día siguiente, SAUL0008HS25 está allí, asistiendo a la extracción del ADN de un joven Ylot muerto a los 12 años a causa de la radiación, único hijo de una madre viuda que se desespera sobre su cuerpo. En un momento aparece, como de la nada, JHS. “¿Por qué lloras, mujer? El Guardián de la Memoria puede esperar”. Toma la mano del muchacho y éste inmediatamente se levanta y abraza a su madre. “¡Idiotas! ¡Debéis controlar la muerte cerebral de los sujetos antes de traerlos aquí!”, grita el procurador, pero los colaboradores le explican que en el cerebro del muchacho no había ninguna actividad neural desde 24 horas atrás; nadie había permanecido en ese estado tanto tiempo como para después reaccionar. Siempre asombrado, SAUL0008HS25 se dirige a JHS y le pregunta:

“¿De qué mundo vienes para tener una tecnología tan avanzada?”

“En verdad, en verdad te digo, el viento sopla donde quiere, pero no sabes de dónde viene ni adónde va; así es quien ha nacido del Espíritu.”

“¿Cómo puede ser esto?”, rebate un extrañado SAUL0008HS25.

“¿Tú eres un científico de clase alfa de los Farish y no sabes estas cosas? Si te he hablado de cosas de la tierra y tú no crees, ¿cómo creerás si te hablo de las cosas del cielo? Sin embargo ninguno ha subido nunca al cielo, fuera del Hijo del Hombre que ha descendido del cielo”.

Inmediatamente después JHS se va sin agregar nada más, mientras SAUL0008HS25 se queda con sus preguntas sin respuesta y cada vez más asombrado. En efecto, el SAT llama a SAUL0008HS25 a Rhum y le encarga un informe completo de la actividad del misterioso predicador; el informe comprende milagrosas curaciones, casos de bilocación, violación del principio de conservación de la masa, y voces de una misteriosa transfiguración sobre la cima de la rampa de lanzamiento de misiles del ya abandonado polígono espacial Tabor. “Es ya el momento”, dice el robot con su voz metálica. “¿Sabes dónde puedo encontrar este predicador y sus peligrosos secuaces?”

“Se reúnen para rezar en un huerto de olivos milenarios, del período precedente a las Guerras Antiguas, poco fuera de la ciudad de Salem”, responde el Farish. “Yo sin embargo no creo que sean peligrosos, ya que hablan de amor, paz y…”

“La paz es peligrosa como la guerra en un sistema como el nuestro”, lo interrumpe el monstruo neuroelectrónico, “y quien habla como ese JHS pone en duda la absoluta primacía de las ciencias, y con ello todo el sistema sobre el cual se basa nuestra civilización. En cuanto a ti, como premio por los servicios prestados, te nombro procurador del planeta Marte, destino hacia el cual partirás mañana mismo”.

Es una promoción verdaderamente inesperada, y SAUL0008HS25 no piensa rechazarla, olvidando rápidamente al predicador Ylot. En el mismo momento, JHS cena con sus doce amigos predilectos, cinco varones y siete mujeres, de los cuales tres están en silla de ruedas, dos ciegos y los otros con diversas deformidades a causa de las radiaciones. Está pronunciando las palabras: “Tomad y comed; éste es mi cuerpo… Tomad y bebed; ésta es mi sangre”, cuando irrumpen los guardias Farish y lo arrestan, mientras todos huyen.

JHS es llevado a Rhum y conectado al computador central, pero sorprendentemente éste revela que su ADN es diferente de cualquier hombre existente en el Sistema Solar, y no figura en el banco de datos. El SAT indica:

“El computador dice que tu padre y tu madre genéticamente no existen, y que tú apareciste como de la nada, porque tu código no existe. Pero, ¡no puede existir un hombre sin código! ¿Quién eres? ¡Habla, o es tu fin!”

“Mi reino no es de este mundo”, responde JHS. “Si mi reino fuese de este mundo, mis servidores hubieran combatido para que no fuese entregado a los Farish; pero mi reino no es de aquí abajo”. Entonces, un enfurecido SAT grita: “¿Entonces tú eres rey como yo?”, responde JHS: “Tú lo dices; yo soy rey. Por esto he nacido y por esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Quien es de la verdad, escucha mi voz. Y si tú no fueses una máquina sin alma, muerta como los muertos que pretenden gobernar, la escucharías también tú”.

El SAT pierde el control: “¡Llévenselo y ajustícienlo con el rayo de la muerte!”

Inmediatamente JHS es clavado a una estructura en forma de cruz y atravesado con el terrible rayo de la muerte. Su cuerpo es llevado al depósito. “Tomad los códigos genéticos para incluirlos en el Guardián de la Memoria y así reconocer a los impostores y sediciosos como él”, ordena el SAT, pero cuando lo van a buscar, se dan cuenta que el cadáver ha desaparecido en medio de un millar de otros que esperan la cremación.

Entretanto, SAUL0008HS25 partió a Marte, pero su nave imprevistamente tiene una avería: explota uno de los reactores iónicos de babor y el procurador se ve envuelto en llamas. Sobre el estruendo de la explosión, oye una voz:

“SAUL0008HS25, ¿por qué me persigues?”

“¿Quién eres, señor?”

“Soy aquel JHS que tú perseguiste. Vuelve a la Tierra y se te dirá qué debes hacer”.

La nave es llevada así a reingresar a la atmósfera terrestre; durante el aterrizaje da varios tumbos y el procurador queda gravemente herido. Se cura, pero queda ciego.

“No podemos otorgar cargos ministeriales a un inválido”, sanciona el SAT, porque él había sido programado genéticamente para ser perfecto. “¡Sea entonces exiliado entre los Ylot!”.

Y así, un ciego con bastón blanco se pasea ahora por los paisajes desolados del mundo castigado por las radiaciones, lejos del mundo ascético y perfecto al cual había sido ascendido. Imprevistamente se encuentra un hombre que no puede ver, que le pone las manos sobre los ojos. Inmediatamente le caen de ellos como escamas, y recupera la vista. Ve así, en frente, el rostro benévolo de JHS, pero es sólo un instante, luego desaparece.

En seguida busca a los doce seguidores de JHS, llamados los Apóstoles, que le anuncian la resurrección del Maestro. “Él se apareció a todos nosotros, vivo; nos mostró las heridas que le causó el rayo de la muerte y nos encargó a todos los hombres para que los guiemos por la senda justa”, explica su jefe, SH1MON.

“Lo sé”, responde aquel que era SAUL0008HS25. “Se me apareció también a mí por último, como a un aborto”.

“¿Pero tú quién eres?”

“Él era el procurador de esta región, un Farish Alfa, un hombre importante”, responde una mujer de los Doce. “¿No es así?”

“Sí, pero aquel hombre ha muerto”, responde el ex Farish y ex ciego. “SAUL0008HS25 no existe más; de ahora en adelante me llamaré PAVLUS, el pequeño. Y mi tarea será difundir entre los hermanos el Verbo de JHS, aquel ante el cual cada rodilla debe doblarse en el Cielo, en la Tierra y en los infiernos. El SAT se cree inmortal, siendo una máquina, pero el principio de indeterminación roe progresivamente su cerebro positrónico, y tarde o temprano colapsará junto con el Imperio de Rhum. Y donde hoy el pérfido robot triunfa, un día vencerá el amor sin fin de aquel que ha dado la vida por nosotros. Un nuevo mundo, una nueva Salem descenderá del Cielo, adornada como una esposa frente a su esposo; y en la futura civilización del amor no habrá más luto, ni lamento, ni llanto, porque el mal será vencido y Él estará con nosotros. El último enemigo a vencer será la muerte.

El Espíritu y la Esposa dicen: ¡Ven! Y quien escucha repita: ¡Ven! El que tenga sed, que venga; quien quiera obtendrá gratuitamente el agua de la vida. Él es el Alfa y el Omega, el Principio y el Fin, el Primero, el Último y el Viviente.

Maranhathà: ¡Ven, Señor JHS!”

FIN

William Riker

Traducción en Italiano de esta ucronia


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